Lo que hace especial a este plato es el proceso de maduración de la carne. El entrecot se deja madurar durante 40 días, lo que permite que las enzimas naturales descompongan parte del tejido conectivo de la carne, realzando su sabor y textura. Este proceso también contribuye a la formación de sabores y aromas complejos y distintivos en la carne.
Una vez que la carne ha madurado, se cocina a la parrilla o a la plancha hasta el punto deseado, a menudo simplemente con sal y pimienta para permitir que el sabor de la carne brille. El resultado es un entrecot rico y saboroso, con una textura tierna y jugosa y un sabor profundo y complejo